Dos días de colocón-calmante y diez en total de antibióticos, y ya debería estar como nueva.
Aunque de paso nos hemos llevado un toque de realidad, porque ser una quinceañera no significa lo mismo para nosotros que para ellos, y dentro de que es algo que todos sabíamos, me hace pensar ya seriamente que no va a estar aquí para siempre.
Y eso me entristece terriblemente.
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