martes, 10 de marzo de 2015

La echo de menos

La echo de menos.

O echo de menos su amistad.

O echo de menos una "mejor amiga".

Alguien con quien quedar para lo que sea, en cualquier momento.

Alguien que conozca y que conocer todas nuestras historias. Hasta las mas irrisorias.

Alguien con quien pueda hablar de lo que sea, sin tapujos, sin vergüenzas, sin censuras, sin miedos.

Tristemente siento que nunca lo volveré a tener. Porque con nadie "nuevo" puedo crecer desde la adolescencia. Nadie "nuevo" puede vivir conmigo todos mis amores fracasados.

Porque ella ya no es mi amiga ni lo podrá volver a ser. Quizás hablemos algún día de nuevo. Quizás. Pero no puedo olvidar todo lo que me dijo. No puedo olvidar ese rencor que se guardó durante años contra mi. Esas cosas que me dijo. Ese no querer escucharme, ni hablarme. Esa sensación de miedo, de dolor, de vació, de orfandad que me quedó tras la última conversación... ahora hace casi un año.

Desde entonces que siento que no tengo amigas. Porque está Carlos con su amor incondicional. Pero a veces una necesita una amiga. Y aunque tengo amigas, ya no tengo ese tipo de amiga. Y la echo de menos.

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