jueves, 28 de octubre de 2010

Destrucción

... el Mal removió el cielo y se introdujo en las profundidades del océano. De allí surgió de nuevo con un cuerpo casi antropomorfo hecho de agua y sal, y con el mas puro odio dio 10 zambullidas potentes que crearon 10 gigantescas olas que se propagaron en todas direcciones bajo una espantosa tormenta.

Pude seguir la primera, sobrevolando sobre su cresta, hasta que llegó a tierra. Yo también estaba allí, junto a todos los míos, de hecho, junto a toda la población de mi ciudad, viendo como en pocos segundos una ola arrasaba nuestros hogares y convertía Barcelona en un área de guerra.

Muchos perdieron la vida, también muchos la salvamos. Pero cuando empezábamos a organizar el caos encontrando a nuestros seres queridos y ubicándonos en los pocos edificios que habían quedado habitables, no podía dejar de pensar que ese solo había sido el principio. Pues nos esperaban otras 9 olas igual de arrasadoras que no se iban a contentar con cebarse en los escombros, y destruirían todo lo que todavía se tenia en pie.

Yo parecía ser la única que conocía este dato ¿pero que iba a hacer? El final se acercaba y era inevitable.


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lunes, 4 de octubre de 2010

27 de Septiembre

Siento no haber escrito antes. Habia emociones que tenia que dejar reposar.

Ahora tendría ya 12 años, parece mentira, ahora estaría ya rozando la adolescencia, en su último año de colegio y empezando a hacer a-saber-que cuando estuviera a solas.

Recuerdo cuando yo tenia como 16 años una conversación que tuve con Pol, en que me explicaba lo mucho que se habia emocionado cuando su prima mayor se casó. Antes no me habia puesto a pensar en los sentimientos que podrían surgir en los demás una hipotetica boda mia, o al menos no en mi primo, pero al oír aquel relato me acordé de Sergi y decidí en secreto que le iba a reservar el mejor asiento en primera fila, por ser mi primo favorito, además del primero. Porque de bebé se sentaba con nosotros cuando cenabamos y nos miraba uno a uno con cara perpleja y al llegar a mi se ponia a reir y todos nos reiamos con él. Siempre. Porque vino al mundo cuando yo acababa de poder empezar a ser madre y siempre pensé en él como si fuese mi propio hijo.

Recuerdo tambien una conversación que tuvimos en el hospital. Él tampoco era mucho de hablar y la mayoria del rato jugabamos con la PSP, pero un dia nos sentamos uno al lado del otro y nos pusimos a hablar. Me preguntó que cuando me iba a casar, asi que estuvimos hablando de como sería nuestro futuro, aunque creo que ambos sabiamos que el suyo era muy incierto.

En gran parte me hubiera gustado que Carlos y él se hubieran conocido. Pero dadas las circunstancias, creo que es mejor así. Nadie se merece vivir el cancer de cerca dos veces.

Feliz cumple pequeñajo. Volví a encender una vela para ti, pero tampoco esta vez hubo nadie para apagarla. Te quiero.


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