sábado, 6 de noviembre de 2010

Cada 28 días

Creí que ya lo tenía superado. Ya había hablado muchas veces de ello (aunque nunca con mis padres) y había desarrollado mi propia forma de asimilación. Con unos dieciséis años hablé de ello con una psicóloga y me dio herramientas para mirarlo desde otra perspectiva. Y si, creí que ya lo había superado.

Supongo que no era difícil adivinar que mis dolores mensuales venían a raíz de esa experiencia, pero ni lo había pensando porque, bueno, estaba bastante segura de que ya era agua pasada. Pero por lo visto no era así.

Cuando hablé con el médico éste me dí cuenta de mi error. Insinuó que existiera una relación entre un trauma entre los 8 y los 10 años y mis actuales sufrimientos. Ahí lo empecé a entender. Pero entonces preguntó si me habían tocado y me dolió tanto decir que sí, me removió de tal manera, que supe, porque lo sentí, que ese era el origen.

Pero aunque él creyera que con saberlo había suficiente, supongo que no es así. Porque llevo ya dos meses en que no ha habido ningún cambio. Llevo dos meses sufriendo mis menstruaciones como si fueran el peor de los castigos, como siempre.

No se que hacer. Esto es desesperante.

*

No hay comentarios:

Publicar un comentario