lunes, 24 de octubre de 2011

Soñando con la muerte

Soñé con la muerte, y la antesala al Paraíso. Tenía el aspecto de una ciudad extranjera, pero sin duda Europea. Una pequeña ciudad donde las almas perpetuaban sus rutinas mortales hasta que se dieran cuenta y asumieran plenamente que estaban muertos.

Unos hombres se dedicaban a pasar lista cada mañana, llamando a aquellos que estaban preparados para cruzar, y les acompañaban hasta el otro lado del río, donde se encontraba el Paraíso. Que no era mas que otra ciudad, mas grande, con mejores terrazas, y aparentemente vacía.

Era fácil distinguir, a simple vista, quien estaba mas o menos preparado para cruzar, pues cuanto más lo estaba, más luz emanaba. No sé que luz emanaba yo, pero tenía bastante claro cual era la situación de todos nosotros ahí, y me dedicaba a darles una bofetada de realidad a aquellos que veía muy encantados en su fantasía de vida. Se me advirtió de que hay gente que no está preparada para darse cuenta y hay que dejarles su tiempo, pero sentía que esa era mi misión allí.

Porque ¿qué otra cosa iba a hacer? Al fin y al cabo estaba muerta, como todos ahí, y hasta que alguien no decidiera que estaba preparada, iba a tener que permanecer en aquella ciudad de locos, así que por lo menos podía ayudar a otra gente a despertar y cruzar.

*

No hay comentarios:

Publicar un comentario