miércoles, 2 de marzo de 2011

Voy a dejar...

... de ir a esa mierda de castings. Que quieres que te diga, odio la competitividad ¡¡La odio profundamente!! Mira, tío, bueno, productores, si os gusta mi cara me contratáis, voy, hago el trabajo (bien hecho), me pagáis y me largo, así de simple. No sería la primera vez.

Pero lo que paso es de ir a castings donde se presentan modelos profesionales de largas piernas, medidas "perfectas" y cutis impolutos. Yo no estoy mal, ok? y puedo competir dentro de una belleza natural, normal, de calle, ya me entiendes, pero no tengo nada que ver con la belleza estereotipada de las modelos. Si quieres una belleza natural, llámame, si quieres una belleza modelo, no me llames. Raramente te dará igual, porque son dos cosas muy pero que muy diferentes. Así que si llamas a modelos profesionales yo no quiero estar ahí, porque es demasiado obvio que buscas ESO que no soy yo, y me has llamado por si todas las demás te fallan o algo por el estilo.

Y yo paso olímpicamente de ir ahí a perder mi tiempo, compararme con esas chicas, hacer el ridículo y dinamitar mi autoestima para una derrota tan y tan descarada.

Y por otra parte... Voy a dejar...

... de pesarme. Si. Ok. Unos kilillos más desde que terminó el verano. Yo antes creía que mi peso era el perfecto para mí. Ahora he rebasado mi límite, el que me había impuesto. Ok. Pero sigo estando estupenda, que quieres que te diga. Hagamos caso al espejo, no a la báscula.

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