domingo, 16 de enero de 2011

Recuerdos, miedos y otros pensamientos

Demasiado se está hablando últimamente de muerte. Quizás no sea mucho, pero lo suficiente para removerme, para no estar tranquila.

Y es que me acuerdo de Perla, con la que sigo soñando a menudo con historias tristes de enfermedad, dolor y muerte, así como de resurrección y muerte (otra vez). Mi madre no deja de hablar de ella y de "cuando tengamos los gatitos", que ya son "los", ya son como una realidad, parecen ya estar asignados, pero... a mi no me apetece tener gatos aún. No me cabe duda de que cuando lleguen me encariñaré y les querré, pero... No serán como Perla. Ella era muy especial. Incluso la manera de venir fue muy especial. Mi madre no quería animales peludos en casa bajo ningún concepto, pero pasamos por una tienda... nos miró... maulló... y nos enamoró. Al día siguiente ya estaba en casa. Fue algo muy sorprendente. Buscar activamente un gato no me parece tan mágico como fue aquello.

Y obviamente me hace pensar en Sergi... qué voy a decir de él... También mi madre no deja de recordarlo, sobre todo estas Navidades pasadas, y de hablar de él, o de usar de referencia temporal cuando aun estaba vivo. Cosa que me parece horrible. Deja de organizar mentalmente tu tiempo en base a la muerte de un ser querido. No es nada sano. De verdad... Y... no nos hagas a los demás anclarnos en esa mentalidad depresiva... por favor...

Encima pensar en la economía española, sobretodo el tema de los empleos precarios y el precio de la vivienda, es sin duda alguna muy deprimente. Es una realidad que lleva años ahí, pero a medida que voy pensando en la independencia como algo mas cercano, no como algo que ocurrirá "algún día" o "cuando sea mayor", mas me va cayendo el ladrillo del pesimismo. Porque vivir en una caja de zapatos húmeda en un 5º piso sin ascensor por un 75% del sueldo de un trabajo mal pagado, no me parece algo que merezca la pena. Y a una le dan ganas de marcharse a un lugar mejor. Pero es que no quiero irme de Barcelona. Siempre tendré la alternativa de vivir toda la vida con mis padres, pero... No quiero hacer eso...

Y después está el tema de la carrera, que es de todo menos motivadora, y ahora que estoy de exámenes no me iría mal un empujoncito para pillarle ganas, pero que va, en lugar de eso me constipo, y a ver quien se pone a estudiar esa puta mierda de asignatura llamada psicofarmacología con la cabeza embotada como la tengo. Quiero acabar ya esto... ponerme buena y que se terminen los exámenes de una vez.

Ah! Y aun hay mas. La de tiempo que estoy yo sola últimamente. Porque la casa está vacía sin Perla y mis padres salen mucho. Y yo estoy todo el día sola en casa, y lo odio. Sobre todo por la noche, como ayer. Menos estando mala. No me quedé tranquila hasta que mis padres no llegaron de madrugada.

En fin... A ver como evoluciona el mundo a mi alrededor...

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